Mi primo, que está en la oficina militar, dice que aquí han desaparecido muchas caravanas a lo largo de los años, más de las que pueden atribuirse a la mala suerte. Por eso hemos venido, para asegurarnos de que los habitantes de la zona no actúen como bandidos. Pero, según Musa del pueblo, ellos también han perdido a algunos de los suyos. Habla de bestias (no habla bien francés, pero no se refería a un chacal o a un felino grande). Será algún otro depredador de mayor tamaño. Su guarida debe de estar cerca.
Hablé con Abbas, que trajo el último envío de suministros de Abalessa. Me contó una historia de terror sobre un grupo de arqueólogos a los que masacraron aquí hace muchos años. Solo sobrevivió un trabajador, que aseguraba que al resto se los habían comido las bestias. Estaban acampados en algún lugar cerca del pueblo.