Le di al anciano Aboura parte de nuestra carne de res y le pregunté por la expedición. Culpa a los espíritus del desierto; dijo que los arqueólogos los habían molestado. Que la ciudad está casi vacía, ahora solo quedan algunas personas vivas allí y los nómadas la visitan sólo por períodos breves.
Matéo Desrosiers ha muerto y el intendente ha desaparecido. Dicen que hubo una pelea, pero yo vi el cuerpo de Matéo. Lo que tenía eran marcas de garras, lo juro.