Yo soy el arquitecto, yo soy el saboteador, soy el hombre que asesinó a sus hijos. Soy el hombre que se quedó en el estanque con su esposa muerta en los brazos, deseando que el agua se la devolviera. Soy la voz al teléfono, soy el carnicero que despellejó al profesor y mató a Dios de una paliza contra el telar de aire. Solo queda una duda: ¿soy yo también la Máquina?