9 de Agosto de 1839
No puedo dejar de sudar y temblar. El ritual de protección no es de alguien en su sano juicio. Ni siquiera me había dado cuenta de que la mazmorra seguía en uso. Alexander pidió a sus criados que trajeran a uno de los prisioneros, un asesino, me dijo. Alexander realizó todos los preparativos, pero me dijo que era yo quien tenía que realizar el ritual para que el efecto fuera correcto. Se puede hacer que la Sombra se desvíe mediante la sangre de otra persona. Matar al hombre nos otorgaría un tiempo valiosísimo.
¿Qué otra cosa podía hacer? Alexander dijo que había que hacerlo. Me está salvando la vida. No me puedo permitir el lujo de discutir.