16 de mayo de 1839
El implacable sol africano ha seguido acosando a nuestra expedición, imposibilitando excavar hasta el anochecer. Sigue siendo un misterio para mí cómo el profesor Herbert consiguió encontrar la localización en estas vastas llanuras de la nada. Cuando le volví a preguntar por la tumba, me contó la leyenda de Tin Hinan, "la madre de todos nosotros". Una historia interesante de por sí, pero no puedo dejar de pensar que hay algo más.
Más tarde por la noche, descubrimos un pasadizo bajo las dunas que llevaba a una estructura de piedra cubierta por la arena. El profesor estaba seguro de que era la tumba que estábamos buscando y ordenó a los demás que despejaran el camino, tarde en la fría y oscura noche.
Mañana, guiaré a los hombres por la antigua estructura, con la esperanza de llegar a la cámara fúnebre. Sea lo que sea lo que me oculta el profesor, la excavación desvelará algo interesante que llevarse a Londres y al Museo Británico.