Weyer me provoca desde el otro lado. Le he confiado el verdadero motivo de mis esfuerzos, pero sigue insistiendo en que libere a Agrippa. Me repugna la forma en que un hombre ilustrado puede mostrar esta falta de compasión desde un puesto de poder. No me puedo separar de Agrippa, ya que es y ha sido durante siglos mi único vínculo con el más allá.
Weyer alega que está intentando hacer todo lo que puede para liberarme de mi destierro, pero que necesita que primero le devuelva a Agrippa para que así éste también pueda ayudar. Si pudiera garantizarme el éxito, lo haría encantado, ¿pero cómo me voy a separar de él si se me puede denegar el regreso? Sé de lo que son capaces; me he dado cuenta de su engaño. El optimismo es el sentimiento más desesperado, pero debo conservarlo. Debo prepararme para su liberación.
Para liberar a Agrippa sin matarlo, Weyer me ha dicho que le de un tónico elaborado con un paralizador, esencia vital y tampter.
Los hongos venenosos servirán como paralizador si consigo llegar a la glándula interna de un espécimen grande. Parece que el coro es tierra fértil para este tipo. A continuación, debo ser capaz de extraer su contenido con las herramientas adecuadas.
La esencia vital se puede extraer como siempre de la sangre de cualquier víctima humana desesperada. Sólo necesito grandes cantidades para destilarla correctamente. Debo recordar reunirla durante la próxima sesión de tortura.
Por otra parte, resultará más difícil conseguir tampter. No creo que exista en este mundo. Simplemente la grafía de esta palabra parece incorrecta. Creo que es una propiedad de la secreción del Kaernk que vive en el agua. Tendré que tratar el tema con Weyer ya que tendrá que proporcionarme un huésped. Además, deberá bastar un pozo bien acondicionado para contenerlo.