¡Arriba, a la cama! Dar vueltas y vueltas con el estómago lleno, copular y vomitar sobre el chaise-longue, la cama o la mesa de noche. Desplomarse, por fin, sobre el colchón, borracho, drogado y obeso, estúpido e inconsciente. Y se activa la trampa, hombres-puerco, se activa la trampa.
Al tirar de una palanca, se activa un grupo de pistones hidráulicos y poleas que hacen que tres muros de barras de acero bajen desde el techo a través del dosel para enjaular al producto en su cama, impidiendo que escape. Después, se inclina la cama entera hacia atrás, contra la pared, a través de un mecanismo de resortes que también se impulsa por un sistema hidráulico. La presión necesaria para este sistema se genera como un subproducto del sistema de evisceración por aspiración, un sistema empleado para la producción en masa en otros puntos de la línea porcina; de este modo, hemos creado nuestra propia revolución embotellada, ¡Pues el movimiento de masas es un factor causal en la exterminación de los ricos!