17 de mayo de 1839
Tenía razón, y es un trago amargo. Un mitreo, y dentro de él un orbe, y ahora el imbécil de mi ayudante lo ha destrozado. He enviado el orbe y a mi ayudante con Brennenburg... quizás se pueda rescatar algo.
¿Y ahora qué me queda? Hay una puerta aquí. Tengo vitae, pero no tengo ningún orbe, y no he descubierto nada de lo que Brennenburg llamaba el relicario del viajero.
Pero está claro que este lugar forma parte de algo más grande. Estas salas no son el lugar de descanso final de la gran reina, digan lo que digan las leyendas. Esto simplemente es un radio de una rueda. ¿Qué sostiene el buje?