Wiki Amnesia: The Dark Descent
Advertisement

Y dije, ¿Lo veis, mis pequeños, lo veis? Sí, papá, sí, lo vemos. Una pirámide empinada con la cima erosionada, como las de Egipto. Las piedras caen desde la punta, hay enredaderas escalando por el estucado que se adivina entre los escalones. Una sensación palpable de quietud, el peso de lo olvidado. Y esto, aquí, aquí es donde se sentó el rey. Aquí es donde vivieron los sacerdotes. Esta casa, esta es la casa de los muertos, y aquí, donde el sol ataca, aquí es donde lanzaron los corazones que no se consumieron.

No, queridos niños, por supuesto que no eran salvajes. Veréis, ellos creían que el cielo podía caerles sobre la cabeza, y estaban convencidos de que las ofrendas de sangre eran el único modo de impedir que sucediera.

Tal vez, mi amor. Tal vez estaban equivocados, o tal vez su tragedia fue que no consiguieron derramar sangre suficiente para evitar que el cielo les cayera encima.

Advertisement