¡He regresado, el ángel de la venganza, la vuelta del saboteador! ¡Encontraré la forma de detener este gran proyecto de muerte! La destrucción anterior fue suficiente para abrir el corazón de la máquina y confundirla para que abriera sus cerraduras y sus pasadizos secretos. Tengo que sorprenderla, apuñalarla en los ojos, meterle cables calientes por las orejas, martillearle los dientes y meterle cristales por todos sus orificios. ¡Después jadeará y, en medio del jadeo, me colaré rápidamente en su gargante y le apuñalaré el corazón desde dentro!